Hoy es el Día Internacional de la Felicidad, y no es un tema banal. La ONU estableció este día porque eran conscientes de que su búsqueda es un derecho humano Fundamental, y en estos momentos tiene más importancia por la incertidumbre que estamos viviendo por el coronavirus (Covid-19).

La gente feliz es más saludable. Es más positiva, ejercita más, tiene mejores hábitos de sueño y más energía. A su vez, la gente saludable es más feliz. Y ya que esta puede encontrarse en las cosas más sencillas y nace de una actitud personal, preguntamos a una experta cómo podemos ser más felices hoy (y el resto de días que van a venir), a pesar del miedo a la salud colectiva y la incertidumbre al futuro.

Quítate el pijama, dúchate, ponte perfume y vístete (aunque sea con la ropa más cómoda de todo tu armario); continuar con esos hábitos te predispondrá a sentirte mejor. Y tal como afirma la psicóloga Aída María Rubio, perteneciente al equipo de TherapyChat, dedicar 10 minutos por la mañana para hacer un listado de al menos 5 cosas que puedas agradecer, te ayudará a empezar el día con una actitud positiva.

Sumado a ello, a lo largo del día, incluye en tu rutina pequeños momentos de desconexión que te aporten felicidad. Si estás teletrabajando, aprovecha los descansos para meditar, hacer unos estiramientos de yoga o, simplemente, bailar tu canción favorita. “Bailar es un ejercicio magnífico para mantenernos activos, liberar endorfinas y quemar esa energía que no damos salida estos días de aislamiento”, aconseja Aída María Rubio.

Las capacitaciones en streaming y las rutinas disponibles en la red también te ayudarán en esta época, así como iniciarte en esas nuevas actividades que llevaban tiempo en tu lista de propósitos.

Afortunadamente, a pesar de la situación de incertidumbre, miedo y preocupación que inevitablemente nos acompaña, este aislamiento nos está sirviendo para estar más unidos que nunca, percatarnos de que la belleza se encuentra en cada rincón que nos rodea y de que, al final, todo depende de la actitud con la que nos enfrentemos a los problemas. Y todo ello también es motivo de celebración.